Las islas de Brač y Hvar tienen su propio Dol, ambos situados en el interior de la isla, éste en Brač no muy lejos de Postir. Si se dirige desde Postir hacia el interior de la isla, tras sólo 2 kilómetros se topará con una vista insólita: el pueblo de Dol es un monumento a la cultura y la arquitectura tradicionales dálmatas. Las casas de piedra incrustadas en el verde paisaje están dispuestas en extrañas estructuras aterrazadas, y los tejados están cubiertos de losas de piedra, casi inexistentes en un país mediterráneo. Dol es una musa al aire libre, un lugar que debe visitar aunque no haya alquilado un
apartamento o una casa de vacaciones en la propia Dol. El entorno, rodeado de olivares y arboledas raras, resalta la arquitectura sacra, desde la iglesia renacentista en el centro de Dol de la Santísima Virgen María hasta las antiguas iglesias croatas diseminadas por las colinas circundantes, entre las que destaca la de Santa Petra, que conserva la campana más antigua de la isla de Brač, del siglo XIV. Hoy viven en Dol menos de 200 personas, pero las tabernas de Dol siguen ofreciendo especialidades tradicionales de Brac elaboradas con cordero de la zona, así como vino y aceite de oliva locales de primera calidad.
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