Nuestra casa de piedra familiar KAMPI ubicada en un antiguo olivar ofrece paz, relajación de la vida cotidiana, disfrute de la vegetación, el canto de los pájaros y los grillos. Los muebles rústicos de nuestros antepasados, que hemos conservado, te transportarán en el tiempo y te acercarán a la magia de aquella época. Si quieres nadar en el mar o ir a la ciudad, estás allí en 10 minutos. Para los amantes de la naturaleza, esta casa es una excelente opción. Una parrilla al aire libre, una terraza cubierta, un huerto privado con frutas orgánicas en un entorno natural están a disposición de los huéspedes.
El anfitrión que pone a los huéspedes en primer lugar, y con su forma de comunicación cordial, abierta y alegre ofrece una gama de información importante, que hará que su estancia sea inolvidable.