El Puente de Vir, que conecta el continente con la isla de Vir, es mucho más que una proeza de la ingeniería: es un símbolo de conexión, accesibilidad y el comienzo de su aventura en el Adriático cuando alquila un alojamiento en Privlaka o en la isla de Vir. Construido en 1976, el puente no solo facilita el acceso a la popular isla, sin necesidad de ferris ni esperas, sino que también se ha convertido en un punto de referencia reconocible y un lugar favorito para tomar fotografías impresionantes. Con una longitud de 300 metros y una altura de 8,6 metros sobre el nivel del mar, el puente ofrece vistas panorámicas del mar circundante, la cordillera de Velebit en la distancia y la isla de Vir dándole la bienvenida. El Puente de Vir permite llegar rápida y fácilmente a las playas, calas y atracciones locales de la isla a cualquier hora del día. Es especialmente popular al amanecer y al atardecer, cuando el sol proyecta reflejos mágicos sobre sus arcos y el mar. Para muchos, cruzar el Puente de Vir es el primer momento de relajación, el verdadero comienzo de unas vacaciones inolvidables.