Korčula es una de las islas más bellas y misteriosas del archipiélago de Split. Está bien comunicada con Split y la península de Pelješac por líneas diarias de ferry y barco. Uno de los puertos de ferry de la isla, Vela Luka, está a 20 kilómetros de Brna, en el lado sur de Korčula. Es una bahía y el pueblo de nombre compartido, hermoso y tranquilo, como sólo un paraíso de la isla puede ser. Brna comienza a desarrollarse en el siglo 19 como un puerto de la cercana Smokvica. Se distingue por una bahía encantadora y segura; la península de Mali Zaglav la divide de la bahía vecina de Istruga por un lado, y el otro lado conduce al pueblo vecino de Zavalatica, siguiendo una serie de pequeñas playas íntimas bañadas por el sol durante todo el día y acariciadas por un mar limpio y cálido y largas ramas de pinos verdosos. La gente de Brna solía vivir de los ingresos de la agricultura, pero desde que el lugar consiguió su primer hotel en 1971, se aceleró el desarrollo del turismo, debido a las exclusividades de este paisaje que atrae a numerosas personas de todo el mundo. Hoy en día Brna tiene capacidad de alojamiento en apartamentos privados, villas y habitaciones. La vecina bahía de Istruga cuenta con instalaciones de vacaciones activas y terrenos deportivos como el de tenis, bolos, voleibol y otros. El turismo de salud toma pleno auge en Brna, debido al barro curativo de Istruga, llamado limana, un tipo especial extremadamente limpio y curativo cuya génesis se remonta a mil años.Aire no contaminado, mar y naturaleza, días y noches frescos incluso en los días más calurosos del verano, pero cálidos en primavera y otoño, paisajes pintorescos con pequeños islotes nudistas llevados por olas azuladas en el horizonte, amables anfitriones y excelente comida tradicional, son la invitación a Brna, a la que no podrá resistirse.
